No puede existir democracia sin prensa libre. La prensa independiente y desmonopolizada es el mejor fiscalizador de un gobierno, destapa negociados, contratos secretos, nepotismo, tráfico de influencia, venta de puestos laborales, etc. en la intención de evitar tales males sociales.
La prensa libre da cobertura a los diferentes sectores y actores políticos que puedan existir y así informan a la población de las corrientes, ideologías o programas de gobierno posibles, permitiéndole al elector obtener información amplia e imparcial al momento de emitir el voto.
La prensa libre graba y difunde los discursos y declaraciones de los políticos y pone en evidencia a aquellos que cambian de discurso según la conveniencia del tiempo y el lugar.
La prensa tiene la obligación de ser crítica, incisiva y lacerante ante la mentira, la ineficiencia y la ineptitud. Su objetivo es la búsqueda de verdades sin falsas lealtades al gobierno de turno. La prensa se debe al pueblo, es para el pueblo y tiene una obligación ante éste de decir la verdad.
Solo una prensa libre puede cumplir esa obligación. Quien dude de tal afirmación que responda entonces, a excepción de las tropelías de Julio F. Alegre ¿En los últimos cinco años, que hecho de corrupción del actual gobierno se hizo público es esta provincia? La respuesta es un contundente NINGUNO y adviertan que existen graves hechos de corruptela denunciados cuales son de público conocimiento que duermen el sueño eterno en los despachos de Jueces oficialistas que derribaron el gueto periodístico impuesto desde el gobierno gracias a la internet.
Pero SÍ algunos medios de prensa claramente identificados mostraron hasta el hartazgo a miembros de la oposición y a sus antiguos socios políticos y económicos, para lograr su escarnio social. En la maligna intención de destruirlo, social, política y moralmente, sintiéndose impunemente JUEZ de JUECES; para advertir tardíamente que con ello provocaban su propia autodestrucción, llamándose en lo inmediato a un sepulcral silencio. La causa "Alegre" - "Raúl Domínguez" - "Muertes del Penal" - "Causa Dársena" y tantos otros, son las pruebas mas emblemáticas de este proceder.
Es la prensa libre la llamada a poner en evidencia errores, omisiones, y actos ilegales vengan de donde vengan. No utilizar la información y su potencial difusión en modo extorsivo para el logro de fines personales o empresariales. Porque un gobierno corrupto podrá comprar una docena de periodistas y medios bajo el disfraz de "pautas publicitarias" o concesiones empresariales; pero nunca jamás a la totalidad de una prensa libre y la voluntad comunicacional ciudadana.
Tal como se viene advirtiendo en la realidad objetiva de los hechos con el actual reclamo que llevan adelante los denominados "autoconvocados de la salud". El boca en boca y las cadenas de mail han demostrado mayor eficacia social que el propio papel prensa.
El Gobierno está siendo - mal que les pese - seriamente cuestionado ante el “Poder Fiscalizador del Pueblo” y así lo demuestran semana tras semana en sus marchas de reclamo y protesta cada vez más multitudinarias. De nada han servido las recetas del pasado, los seguimientos, despidos y cesantías, menos aun la quita de unos cuantos Pesos a un ya denigrante e inmoral salario. La cordura, la sensatez y la razón imponen declinar soberbias prestadas y el llamado a un dialogo sincero con todo el espectro laboral de la provincia, lo cual Gerardo Zamora no está dispuesto declinar.
Es entonces cuando la prensa tiene que cumplir su rol insustituible en una sociedad libre y democrática. Denunciando la mentira, el engaño, la corrupción y la ineptitud en sus autoridades responsables, sumándose así al legitimo reclamo del pueblo.
De lo contrario, sus lugares de trabajo continuaran " siendo cuarteles policiales " y las paredes de nuestra ciudad se volverán en papel prensa para afirmar aun mas: " Si la prensa es canalla que hablen las murallas".-
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