La ola polar que había generado expectativa en la zona por posibles
nevadas, dio el sábado un duro golpe a la comunidad friense al tomar
conocimiento del fallecimiento de un bebé de apenas tres meses de vida,
en el barrio Tiro Federal, donde vivía con su madre adolescente, en una
precaria construcción.
Un cuadro de hipotermia, asociado con
problemas respiratorios, fue la causa principal del deceso de la
criatura que había pasado la noche junto a su madre, en una vivienda
construida con cartones, maderas y adobe.
La joven madre contó que su abuelo habia solicitado ayuda en materiales o una vivienda en el IPVU hace varios años, siempre la misma respuesta, QUE TENIA QUE HACER POLITICA PARA EL SENADOR ZAMORA y asi conseguir el aval politico y acceder a dicha vivienda.
Cabe destacar que Teresa Pineda, de 16
años, fue a media mañana a ver a su hijito que había dejado horas antes
supuestamente durmiendo en la cama, y se encontró con el terrible
cuadro. Su cuerpito estaba inerte y frío. Minutos más tarde el médico
policial Leandro Ibáñez y el forense Rodolfo Gómez confirmaron la
sospecha: muerte por hipotermia.
Ambos llegaron hasta el lugar
con personal policial y la fiscal en turno Rosana Padula, quienes
realizaron los trámites del caso.
La vivienda es precaria, muy pequeña, tipo rancho, con paredes de adobe y
cartones, tiene techo de tierra cubierto con plásticos, y se ingresa
por una única puerta de chapa. El espacio en su interior es tan pequeño
que solo cabe una pequeña cama que Teresa ocupaba junto a su hijo. La
construcción es una más de un total de tres viviendas que se encuentran
en un lote sobre calle La Rioja casi esquina Juana de Mansilla.
En
medio del terreno, debajo de un añoso algarrobo, el abuelo del bebé
fallecido, Federico Pineda, estaba sentado, abatido por el dolor de la
pérdida irreparable de su nieto.
Con un gesto amable invitó a
pasar a su humilde casa. Se puso de pie y estalló en llanto. "Yo amaba a
ese niño, era mi nieto, mi sangre y estaba tan indefenso", fueron sus
primeras palabras. Luego narró: "Yo estaba internado en el hospital y me
enteré de la noticia, inmediatamente pedí que me dejaran venir para
estar junto a mi familia. Teresa es la menor de mis hijos, me quedaron
seis porque también hace tiempo perdí a uno de ellos".
El hombre
es tan fuerte, como el algarrobo que es un mudo testigo del dolor ante
la muerte. Federico nos invita a pasar a la vivienda de su hija, que
pasó parte de la mañana en la morgue judicial esperando la entrega del
cuerpo de su hijo.
El lugar es muy pequeño, de tres pos dos
metros, aproximadamente, donde solo se observa una pequeña cama, con un
viejo colchón donde hay una sola frazada muy desgastada. Lo demás son
algunas maderas colocadas sobre tachos plásticos donde hay algunas
prendas y un armazón que contiene algunos elementos de cocina.
El
llanto y el dolor es tan inmenso, pero Federico reflexionó: "yo solo
pido que mi hija tenga un lugar digno para vivir, una pieza que la
proteja y un baño, una persona no va a poder soportar en estas
condiciones los fuertes fríos que van a venir, no en un lugar así, como
en el que hoy vive sin ninguna protección".
"Teresa está
atravesando momentos muy difíciles, el papá del pequeño está muy
enfermo, internado en la ciudad de Córdoba, tiene un grave problema de
salud y su estado es muy delicado" contó.
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