Los diferentes barrios de la Ciudad no tenían agua y nadie daba una explicación del por que existía el problema. Subsidios millonarios que se bajaban para la planta que estaba intervenida por el partido gobernante ( Bases Peronistas ) y el problema seguía sin resolverse.
Fueron doce marchas que no fueron tenidas en cuenta por los medios escritos de la Provincia en las cuales el pueblo sufrió la represión por parte de la policía enviada por el Vicegobernador Pichón Neder a su pueblo natal.
Diversas organizaciones acompañaron a los vecinos , como así también párrocos de otras iglesias no tuvo la misma iniciativa el cura párroco de Loreto en su oportunidad.
A medida que pasaban los días infiltrados en la manifestación daban información de quienes participaban de las marchas y comenzaron con el trabajo sucio , todo para ir frenando las manifestaciones.
Lejos de hacerse cargo las autoridades municipales del problema, nunca aparecieron ni mucho menos la Diputada Estela Neder para dar la cara y solucionar el problema.
Hoy a dos años de aquella lucha, los recueros siguen vigentes y aquellos hombres y mujeres que salieron a la cale en forma pacífica a reclamar un derecho universal de tener agua potable.
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